La Omertà, también conocida como la «ley del silencio«, es una norma no escrita que rige el comportamiento de los miembros de la Mafia ante las autoridades, ya sean jueces, políticos o policías, y que les obliga a no cooperar con ellas sea cual sea la situación. Incumplir la omertà y dar información a las autoridades es equiparable a traicionar el secretismo de la Mafia, y suele ser castigada de la forma más severa posible.
Si un mafioso es agredido tiene la posibilidad de recurrir a la Vendetta (venganza), pero jamás deberá dar detalles a la policía sobre delitos o delincuentes que pertenezcan a ninguna familia, incluyendo las que sean rivales. Una de las consecuencias de esta norma es que, si alguien es acusado de un delito que no ha cometido y para su defensa debe delatar a otro miembro de la mafia, deberá cumplir la condena sin decir palabra.
Se tiene constancia de que esta norma tuvo origen en el sur de Italia y es anterior incluso al nacimiento de la Cosa Nostra, siendo utilizada por los italianos frente a los colonizadores españoles. Existen varias teorías sobre el origen del término omertà, una dice que proviene de la palabra «hombredad» (hombría o masculinidad), a la que se añade «omu», palabra siciliana que significa hombre. Otra nos lleva a la palabra «humilitas» (humildad), que derivó en umirtà y finalmente en omertà. Hay que tener en cuenta de que la ley del silencio no va inseparablemente ligada a la conducta mafiosa o delictiva, sino que es una actitud defensiva propiciada por el miedo.
Como dice un proverbio siciliano: «El que es sordo, mudo y ciego, a vivir cien años en paz».